Miro por la tele, leo los diarios, escucho radio, camino por mis recuerdos, me asomo por mi balcón y veo vestigios de sueños que reposan pidiendo ayuda.
Viajo por un repaso inútil de mi vida y siento envidia por quienes fueron más valientes que yo (y que todos nosotros) en épocas más difíciles. Siento deseos de haber vivido en un tiempo donde una idea, un sueño visionario y gentil era capaz de mover muchas almas que poseían las mismas características (visionarias y gentiles), o donde solo una persona era capaz de ir en contra de una masa sesgada y egoísta…
Quisiera haber sido hippie e ir por el mundo libre y feliz, haber bailado en Woodstock ’69 con la música de Jimi Hendrix, Santana, Ten Years After para gritarle al mundo que lo único que necesitamos es Paz y Amor.
Quisiera haber sido un compañero del Che Guevara y recorrer América latina ayudando a personas, sin pedir más que ver la felicidad en ellos, y conociendo la realidad más difícil.
Quisiera haber escuchado la voz de Víctor Jara decir “No canto por cantar ni por tener buena voz, canto por que la guitarra tiene sentido y razón…” compartiendo un vaso de chicha en su propia casa modesta.
Quisiera haber sido amigo de Pablo Neruda y tomar su famoso “coquetelón” en el bar de su casa en Valparaíso.
Quisiera haberme encontrado con Violeta Parra en algún campo del sur para escuchar la belleza de su poesía que vuela en aire fresco.
Quisiera haberme atrevido a dar la vida junto a Marthin Luther King y Malcom X por pelear contra el racismo
Quisiera haber sido amante de Gabriela Mistral para comprender que en la vida “todo es ronda de niños”.
Quisiera haber conversado en la cárcel con Nelson Mandela y haber contribuido con las injusticias y abusos en Sudáfrica.
Quisiera haber sido uno de los tantos valientes que mostraron su cara en la campaña del “No” para dejar atrás años de violaciones.
Quisiera ser como todos aquellos que lucharon por sus ideales y sueños, o ser como esa gente anónima que se sumó a ellos porque sentían que así llegarían a ser felices (y creo que así lo fueron).
Quisiera ser parte de una idea que cambie al mundo y vivamos juntos en un lugar lleno de sueños activos que terminen siempre siendo realidad
Quiero tener 100 años y revisar mi vida para poder decir: “creo que luche por mis sueños tal como lo hicieron ellos…”
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3 comentarios:
Que ganas de haber sido uno de aquellos. Que rico el poder sentirse parte de algo tan importante como lo que formaron ellos. Pero también que suerte tener muchas más cosas por hacer. Si al final, de eso se trata, no? De pasarlo bien, y luchar por lo que queremos. Aunque suene cliché. Todos tenemos un sueño, y creo que para eso estamos plantados aquí. Ya no hay muro de Berlin, ni Pinochet, ni Hitler. Pero aun así hay mucho por hacer.
Hace unos días leía en otro blog de alguien que quiere muchas cosas; yo también las quiero. Pero también quiero que ciertas cosas feas que aun siguen ocurriendo, se acaben de una vez. No saco nada con nombrarlas. Siempre hay algo que está mal, y por lo que podemos hacer algo para cambiar.
Saludos, "jovencito de la película".
Viejito, me emocionaste...
Pero no te olvides que en tiempos difíciles nosotros dijimos que NO.
Así que esa parte la viviste.
También es cierto que aún queda tanto por hacer.Hay que construir
la historia desde mañana.
Pero para contribuir a esa construcción, esta vez sin los errores del pasado, Muro de Berlin incluido, tenemos que prepararnos muy bien. Hay que reeeler la historia, especialmente la de Erick Hobsbawm ( ¿así se escribe?),
repensar la filosofía universal, desde los presocráticos, pasando por los griegos, los medioevales, los cristianos, los modernos, contemporáneos, etc. Todo lo anterior, creo, incluye a Carlos Marx, Gramsci, y Noam Chomsky.
Y también los liberales, etc.
Me parece que está ad-portas de la historia el edvenimiento de una nueva concepción del hombre, que
a lo mejor lo pueden vivir mis nietos. Lo cual temporalmente , en la historia universal, es nada.
En fin, viejito, gracias por haberme alegrado este domingo. Me dejaste´pensando para las próximas semanas,
chao
ra
En relación a Violeta Parra,
la tienes en tu casa, en Osorno.
Es igual. En cuanto la concocí,
decidí que tenía que vivir con
ella toda la vida.
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