lunes, marzo 27, 2006

Entrevista a El Principito


Cuando tenía 6 años era el mejor amigo de El Principito. Jugábamos, buscábamos, preguntábamos y soñábamos juntos.
Lamentablemente nos fuimos distanciando, la adolescencia y mi anhelo estúpido de ser grande me hizo olvidar la increíble amistad que teníamos. Creí no extrañarlo, pero al cumplir 18 años y cuando ya nada parecía ser nuevo, porque era bastante grande, me lo encontré por casualidad.

- ¿Dónde has estado?

¡Cómo que dónde he estado! Siempre he vivido en mi planeta, sentado mirando el atardecer. Creo que fuiste tú quien se fue sin dejar rastros…

- Sí, es verdad. Perdón por haber sido tan indiferente.

No te preocupes. Tal vez, estoy condenado a ser olvidado. Pero contigo tuve una esperanza. ¡Casi no nos despegábamos!

- Lo pasábamos bien, es cierto. ¿Crees que podremos volver a ser amigos?

Lo hemos sido toda la vida. Pero ahora te veo y casi no te reconozco. ¡Estás tan cambiado! Te estás pareciendo a un adulto

- Hubo un tiempo en que deseaba ser adulto, pero ahora que me parezco cada vez más a uno, me doy cuenta de que no quiero ser así. ¡Por favor Principito no me dejes, me da miedo olvidarte para siempre!

Nunca te abandonaré, te lo prometo. Debo irme, pero tengo una idea: compra una silla y tráela a mi planeta. No hay mucho espacio pero nos podemos acomodar. Allí podremos ver el atardecer juntos y conversar. Y quien sabe, nos podríamos aventurar a conocer nuevos planetas…

- Lo haré. Adiós Principito…

¡Nos Vemos!

- ¡Nos vemos!